Por favor que esta amistad no termine nunca 🤞
La divertida historia de una perrita de raza pug llamada Kaijeaw, inició en Tailandia cuando su mamá humana June decidió adoptarla y hacerla miembro de su familia.
La peludita siempre se caracterizó por ser muy sociable y tener una cara amable que ofrecer a todas las personas, pero hubo alguien con quien la perrita entabló una amistad en tiempo récord, un repatidor de correos.
Dos corazones unidos desde el primer momento.
La amistad de Kaijeaw y el repatidor del cual se desconoce el nombre, se dio cuando el joven llegó a la casa de la perrita con una entrega especial para June. La mujer estaba durmiendo cuando su paquete llegó, sin embargo, hubo alguien listo para recibirlo, su hija de cuatro patitas.
En cuanto Kaijeaw vio al hombre corrió en su encuentro como si lo conociera de tiempo atrás y él no dudo en responderle tan emotivo saludo con unos suaves mimos.
Lo sonidos que estaban sucediendo en su casa despertaron a June, quien luego de unos segundos se topó con una escena bastante conmovedora. Kaijeaw y el repartidor estaban abrazados, la perrita se había parado en sus dos patitas traseras y el hombre había metido sus dos brazos en medio de las rejas para rodear su peludito cuerpo, fue su primer y sincera muestra de afecto.
Estoy tan contento de haber visto eso – Aseguró June, a The Dodo.
Un reencuentro posible gracias a una amorosa madre.
Desde aquel día Kaijeaw espero con más alegría la llegada de los paquetes, sin embargo, en la siguiente oportunidad el pedido no fue entregado por el amigo de la perrita y esto entristeció su corazón, pues los repartidores solo se limitaban a dejar el correo sin tan siquiera saludar a la cachorrita.
Ocasión tras ocasión sucedió tal acontecimiento, por lo que June decidió hacer algo al respecto para propiciar el reencuentro entre estos dos amigos en la próxima entrega de su pedido.
En la siguiente oportunidad, June pidió a la empresa de correo que su paquete fuera entregado por el primer repartidor que había ido a casa, por suerte en la organización atendieron a su petición y nuevamente su hija peludita se reencontró con su amigo humano.
Ambos estaban tan felices en aquella nueva oportunidad y June aseguró que a futuro planea ordenar más pedidos para que sean entregados con esta especificación, de esta manera hace feliz a Kaijeaw y por supuesto al hombre que se nota ama a los animales.
Me encantaba verlos. Feliz, sonriendo y riendo – Dijo June, a The Dodo.
Kaijeaw seguirá esperando a su amigo quizas una o dos veces por semana con suerte y mientras eso sucede, estará compartiendo su vida con su mamá humana quien la ama y cuida diariamente.
Que bueno saber que hay personas que aman a los animalitos y sacan parte de su tiempo para compartir con ellos, esperamos tengan días realmente felices.